Con la misma
responsabilidad con que viaje a Brasil el mes pasado, en esta oportunidad y con
el respaldo de la Asociación de Policías de Rocha (ASPRO), y en mi calidad de
Secretario de Relaciones Internacionales de la Unión de Sindicatos Policiales
del Uruguay (USIP), viaje a Argentina donde tuve el placer de ser invitado a comparecer
a la audiencia oral y pública en la Suprema Corte de Justicia, que el Sindicato
Policial de Buenos Aires (SIPOBA) tenía para el pasado 13 de agosto, en calidad
de “amicus curiae”, es decir amigo
del jurado (expresión latina utilizada para referirse a presentaciones
realizadas por terceros ajenos a un litigio, que ofrecen voluntariamente su
opinión frente a algún punto de derecho u otro aspecto relacionado, para
colaborar con el tribunal en la resolución de la materia objeto), respaldado
por la experiencia de sindicalización policial en Uruguay. Humildemente, no solo
considero que la pelea por los derechos humanos y la dignidad de los trabajadores
de la seguridad pública de toda latinoamérica, no tiene límites geográficos o
políticos, sino que es una dura batalla a dar por derechos resignados durante
años a los gobiernos de turno, los cuales han denigrado la calidad de estos
trabajadores y sus familias; la misma, no solo tiene un significado especial para
SIPOBA, como para el compañero Nicolás Masi -que durante 26 años ha peleado por
el acceso al ejercicio de este derecho, siguiendo este expediente por más de 18
años, en la órbita laboral y judicial-, sino que nos importa a todos, ya que la
postura gubernamental del gobierno argentino es contraria y tangencialmente
opuesta al ejercicio de dicha libertad como ocurre actualmente en otras partes
de América.
Luego de comparecer a
dicha audiencia y de escuchar atentamente los argumentos expuestos por todas
las partes, se percibió de parte de los Ministros de la SCJ, al menos en su
mayoría, una voluntad proclive a legalizar el ejercicio de la sindicalización
policial; igualmente, algunas cosas quedaron muy claras, por ejemplo: que “los trabajadores policiales son seres
humanos”, “que tiene derechos”, y
que “la constitución no se los prohíbe”
que un Convenio de la OIT solo establece que “se podrán reglamentar por las leyes de cada país”, y que ante la
ausencia de esta reglamentación, acudiendo a los Principios Generales del
Derecho, la Suprema Corte de Justicia puede dictar sentencia que siente un
precedente jurisprudencial supletorio para tal caso, lo cual ahora solo resta
esperar.
Posteriormente, y en
calidad de veedor internacional, fui testigo del acto fundacional de la organización
de segundo orden denominada Unión de Sindicatos de Policías y Penitenciarios de
la República Argentina (USIPPRA), la misma se constituyo con organizaciones de
clase que tiene en gestión el reconocimiento de dicha personería ante el
Estado, entre las cuales estaban los compañeros de Córdoba, de Mendoza, Entre Ríos
y Buenos Aíres. Fue un orgullo presenciar un acto de unidad verdadera entre la
clase, y nos comprometimos, como USIP y cómo persona, a dar todo nuestro
respaldo para esta nueva etapa de construcción y crecimiento que se inicia, no
solo de unidad nacional, sino también, de formación y expansión de la lucha por
los derechos, las mejores condiciones de trabajo y la dignidad salarial,
legalizados y reconocidos por el Estado, una vez emitido el fallo final de la
Suprema Corte.
Ahora, solo resta confiar
en la independencia de poderes, en la autonomía del Poder Judicial, y en el
sano criterio que sus Ministros tendrán a la hora de resolver; pero, esto no
acaba acá, sino que recién comienza, ésta lucha nos debe encontrar unidos ahora
más que nunca, ya que mientras nuestros hermanos avanzan en Argentina, acá en Uruguay
retrocedemos, y ahora ya no solo nos quitan a los trabajadores policiales la
libertad de expresión (Ley 19.315, art. 37-lit. A), sino que además,
NOS PROHIBEN el derecho a la
huelga, en vez de regularlo como lo dicta el Convenio 87 art. 9º de OIT,
desconociendo que LOS DERECHOS SON INALIENABLES, IMPRESCRIPTIBLES E
INSTRANSFERIBLES, y no creo que ningún trabajador policial le haya cedido al
gobierno sus derechos a la libre expresión como a la huelga en ningún término,
será entonces esto una cuestión a trabajar y pelear para los días venideros.
Por otra parte, se recibió la invitación de colectivos sindicales argentinos para sumarnos a la Confederación de Trabajadores Estatales (
CLATE), de lo cual se tomó nota y ahora se gestiona ate los compañeros de USIP, para que sean estos los que resulevan que camino seguir y hacia donde llevar la organización sindical nacional, con referencia a las demás organizaciones sindicales de América Latina.
Finalmente y casi sin
pensarlo, fuimos invitados a participar del Programa televisivo “3P” Tercera
Posición, que conduce Rolando Graña en A24, canal de cable de América TV, el
cual considero fue muy productivo, a pesar de lo dinámico y escaso de tiempo,
junto a Nicolás, durante una hora pudimos expresar una línea de pensamiento y
trabajo que demostró seriedad y responsabilidad en el manejo de las libertades
sindicales, expusimos nuestras realidades de las dos orillas y expresamos
razones de peso que avalan la necesidad de la sindicalización policial para
toda la sociedad.
A todos gracias, por el
apoyo y el respaldo recibido en esta tarea de representación, confiamos que el
rumbo adoptado por ésta Secretaría ha sido correcto, y esperamos poder seguir contando
con el aval de toda la clase trabajadora de la seguridad pública de América Latina,
para que nuestras reivindicaciones lleguen a los ámbitos más altos de poder,
nacional e internacionalmente hablando, y así, haciendo conocer la realidad de
los Policías y Penitenciarios de nuestros países, podemos , todos juntos forjar
un futuro mejor, para la clase y nuestras familias.
A los compañeros de ASPRO-USIP
Y SIPOBA-USIPPRA… mil gracias!!!
Video de
AUDIENCIA
Programa
"Tercera Posición"
Prensa