domingo, 29 de março de 2015

REFLEXIÓN - AUTOESTIMA 5

Para asombrarse escuchando como generan teorías de destrucción social y familiar, u otras de descalificación personal, no siempre es necesario atender a extranjeros, capitalistas, fascistas, burócratas o economistas de la OCDE, BANCO MUNDIAL, UNESCO, ONU O BID, acá también podemos oír a nuestros propios gobernantes citar frases y teorías destructivas de valores y principios esenciales para una convivencia pacifica.

El ataque a nuestras capacidades personales, intelectuales o laborales -como ya lo reflexionara en anteriores oportunidades-, es objetivo de múltiples bombardeos y de varios ángulos; los desprecios expresados por parte de las autoridades ministeriales, hacia el personal policial, ya lo conocemos, nos tildan a todos de “corruptos”, gatillo fácil y vagos, las manifestaciones del Presidente con respecto a los empleados públicos también (http://www.lr21.com.uy/politica/1129417-mujica-hay-funcionarios-publicos-que-es-un-milagro-lograr-que-trabajen).

Pero, en este caso, me gustaría reflexionar sobre las palabras expresadas en su programa radial de AM24, el pasado 03/04/2014 (http://www.montevideo.com.uy/ucchasque_230693_1.html). En la citada nota, dice este medio de prensa: “DEFENDIÓ LA LABOR POLICIAL”; para mi que no –y lo que digo a continuación es una idea personal e individual, totalmente mía-, creo que con su frase “ENTRAN POR UNA PUERTA Y SALEN (DEL JUZGADO) POR LA OTRA”, de uso popular, lo que hace es reafirmar y fortalecer la idea popular de que la Policía es incapaz de proveer de las pruebas necesarias para que la justicia actúe y procese a los delincuentes detenidos; no se está tirando contra le Poder Judicial, porque los Jueces como él, son intocables, y entre ellos, el sabe que la ley y lo políticamente correcto le impiden imponer su opinión sobre los Jueces, mucho menos creo que pretenda cambiar algo de la realidad que ese populismo, porque ya nadie le cree cuando habla una cosa y hace otra.

Me parece que de forma solapada, inteligente y maliciosa sigue manteniendo la idea, y reforzando la consigna, de que LOS POLICÍAS somos unos incapaces, corruptos y zánganos, como lo ha dicho gran parte del gobierno desde hace años, con el objetivo de descalificar el poder LEGITIMO que por ley tiene la policía y el ejercito (únicos avalados por la Constitución y las Normas Jurídicas para ejercer la fuerza, la violencia si es necesario y hasta dar muerte, en situaciones especiales), CON EL OBJETIVO DE ANIMAR Y SOBREVALORAR LA SEGURIDAD PRIVADA (en su mayoría concentrada en manos de ex-jerarcas policiales y empresarios afines al gobierno) EN DEMERITO DE LA SEGURIDAD PÚBLICA, generando un descrédito, agravio y menosprecio tal que nadie respete ni quiera a la Policía.

Con una Policía Nacional débil, vulnerable, falible, corrupta, frágil e incapaz de contrarrestar los embates de la violencia social, EN EL PEOR DE LOS CASOS, CUANDO ELLOS LO ESTIMEN y los empresarios propietarios de esas empresas de seguridad quieran, podrán hacer tambalear la seguridad social, y así, si un día quieren imponen su estado de sitio, su gobierno de facto de izquierda y hacen lo que tanto criticaron y descalificaron, PORQUE SON MÁS DE LO MISMO Y NO ME EXTRAÑARÍA NADA. En el mejor de los escenarios, en un breve tiempo solo seremos un instrumento más del aparato burocrático los de azul y represor los de negro.

En más de una oportunidad hemos reclamado unidad sindical, compañerismo policial, lealtad a la familia policial y eso no es en vano; esa defensa permanente del unitarismo sindical, creo, es el arma esencial para recuperar los verdaderos valores de aquella Policía del ‘80 o ’90, con solidaridad, compañerismo lealtad, constancia, coherencia, verdad, honestidad, y así hacerle frente a estos gobiernos policlasista, soberbios, ignorantes, e influidos por variados interese y diversas corrientes políticas, filosóficas, sindicales y sociales ajena a la historia o a la realidad policial actual, y que en verdad no les interesa.

LA UNIDAD SINDICAL SE PUEDE, SE DEBE LOGRAR, dejando de lado intereses personales y turbios ajenos a las organizaciones sociales sanas, que los policías nos merecemos después de tantos años de aislamiento social, político y económico. DEBEMOS DE FORTALECER LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES POLICIALES, por nuestro propio interés, por el de nuestras familias, y por el futuro de una sociedad estable y digna, para todos; de no ser así, PELIGRAMOS PERDER NUESTRA LIBERTAD SINDICAL, NUESTRA INGERENCIA EN LA POLÍTICA Y HASTA NUESTRO DERECHO A RECLAMAR, si eso ocurre no busquemos culpables, solo es por nuestra apatía, desinterés y voluntad de querer estar al margen antes que participar y hacernos responsable de los cambios que podemos lograr y por los que no queremos pelear.

ARRIBA COMPAÑEROS, FUERZA Y UNIDAD, AHORA MÁS QUE NUNCA !!!

Richar Ferreira