sábado, 29 de maio de 2021

FRONTERAS, LIMITES DE VIDA Y FELICIDAD

Los límites existen precisamente para eso, para subvertirlos. La frontera es, además, un lenguaje. Y reflexionar sobre ello resulta muy emancipador”

Mar Reykiavik

frontera, Rivera, quileros, bagayeros, contrabandistas
Imagen de @DrAcosta

Periódicamente suelo reflexionar sobre temas de frontera, y si bien anteriormente me detuve a analizar la potencial implementación de un pasaporte verde y sus perjuicios jurídicos, humanos y sociales, hoy vuelvo a centrarme en un tema más cotidiano que comencé a esbozar en esa publicación, y se refiere a la materia de seguridad pública en las fronteras.

Decía que, “crecerá la inseguridad y surgirán los sistemas ilegales de trata de personas”; y esto no es antojadizo o infundado. En primera instancia, acostumbro a contraponer sentido común y lógica para argumentar, pero además, lo vemos periódicamente: cubanos y venezolanos llegando a nuestras fronteras, traídos por verdaderas organizaciones para delinquir, que sistematizan y cobran el tráfico ilegal de personas, incluso y lamentablemente con la participación de integrantes de los propios Estados, que por acción u omisión permiten que esto ocurra, y por eso entendemos que aquí como en otras partes del mundo, la existencia de más restricciones a la movilidad humana solo puede redundar en más delitos e inseguridad.

Está comprobado que cada vez que surge una norma para reglamentar una conducta ilegal y penalizar a los actores, surgen al menos tres formas más de consumación del acto regulado; por ejemplo, cuando se penaliza la venta de un X producto que venía siendo comercializado de forma ilegal, aunque se legalice (tal el caso de la marihuana en Uruguay), un grupo va a pretender seguir su práctica ilegal, otro tanto se va a ajustar a la norma y otro grupo, va a buscar el vacío o el mecanismo legal distorsionado para seguir obteniendo y consumiendo el producto de forma ilegal (con la fachada de club canábico u otro), porque el fin primigenio y superior en este tipo de prácticas es hacer dinero, obtener una ganancia y cuanto más fácil mejor; así ocurrió con los alcoholes, con los juegos de azar, etc..


“Nosotros decimos constantemente
que esto de las migraciones
es un enorme negocio para 
muchísima gente y que detrás 
de todo este sufrimiento humano
hay gente haciendo muchísimo dinero"


Ahora bien, esto no es un defecto, problema o patología social únicamente nuestra (de los fronterizos, que de un modo u otros vivimos de forma cotidiana ese tipo de práctica por medio del contrabando); es un problema mayor, que se repite por ejemplo en Europa. Tal es así que hace unos días desde España, en el sitio “La Voz de Almería”, la eurodiputada Sira Rego expresaba: “Nosotros decimos constantemente que esto de las migraciones es un enorme negocio para muchísima gente y que detrás de todo este sufrimiento humano hay gente haciendo muchísimo dinero [...[el negocio migratorio hace que mucha gente gane mucho dinero y lógicamente interesa mantener determinados puntos de tensión. Pero si estos recursos se plantean para que haya vías legales y seguras para que quien necesita llegar a Europa lo haga sin jugarse la vida, seguramente las cosas serían distintas. Nosotros insistimos mucho en que hay una política de externalización de fronteras porque hay mucha industria en torno al negocio migratorio. Si resuelves el problema migratorio, automáticamente toda la industria deja de ganar dinero”. Todo esto se agravó aun más cuando surgió el tema de la pandemia, ya que: “Hemos pagado muchísimo dinero público para adquirir vacunas que en muchos casos ni siquiera han llegado. Se ha invertido muchísimo dinero público para la investigación, y no tenemos ningún control sobre las patentes. Y hemos visto cómo los poderes públicos están velando por los intereses de la gran farmacéutica, impidiéndonos a los diputados acceder a los contratos. Esto es algo gravísimo. Han privatizado la transparencia”. Quizás por eso también quieran privatizar los pasaportes verdes: para librar de toda responsabilidad legal a los gobernantes, a la hora en que se pretenda llevarlos ante Tribunales de Justicia Internacional, por las violaciones a los derechos humanos migratorios y a la libertad de circulación de las personas.


"Se ha invertido muchísimo dinero público para la investigación, y no tenemos ningún control sobre las patentes.

Y hemos visto cómo los poderes públicos están velando por los intereses de la gran farmacéutica, impidiéndonos a los diputados acceder a los contratos.

Esto es algo gravísimo.

Han privatizado la transparencia”


Hoy es evidente que estas transformaciones sociales, legales y migratorias, no ocurren de forma casual o azarosa; tristemente, con los años hemos acabado descubriendo que siempre han existido intereses y personas empeñadas en que algunas cosas ocurran de determinada manera. Por ejemplo, hoy sabemos que la gran corriente migratoria de Europa para América, hace siglos atrás, se debió a la necesidad de poder contar con mano de obra barata y así mismo descomprimir las zonas del planeta que se encontraban superpobladas y enfrentaban crisis económicas pre o post guerra; y más cercano en el tiempo, quedó confirmado por documentos públicos que todo lo que ocurrió en nuestro cono sur en la década de los ´70 (hoy conocido como “Plan Cóndor”), fue estratégicamente delineado desde el norte, endeudando y condenando el futuro económico de las democracias a exorbitantes deudas externas. Entonces no podemos, hoy día, creer que aquí las cosas pasan por azar de la naturaleza o por casualidad, sino que debemos tener presentes los intereses que circundan nuestras vidas cotidianas y aprender a evitar su influencia directa en nosotros y en nuestros seres queridos, si queremos alcanzar algún grado de bienestar y felicidad.

Si una cosa hemos perdido, con todo esto de las redes de internet, es la medida preventiva de analizar la autoridad del emisor de un mensaje, saber si el que habla de un tema, expresa una opinión o dice algo de los #Quileros o Free Shop, sabe o conoce en profundidad de lo que habla; damos por sentado que quien sale en una pantalla es alguien de respeto, pero, generalmente en el caso de las fronteras, nunca vivió ni sabe mucho de lo que es la vida en la región, y esto va más allá de las ideología, ocupación o profesión -como dice un amigo, “zapatero a su zapatos”-, y si alguien quiere opinar, que acredite capacidad, solides y respeto para “bajar línea” o construir opinión sobre el tema, sea influencer o referente político, quienes mejor entienden o saben de los temas de frontera son los que la ocupan.

Puede que resulte difícil cambiar algunos hábitos; tal vez sea complicado desandar parte del camino, y hasta pueda ser duro empezar a cuestionarnos algunas cosas; pero es bueno y necesario empezar a buscar la felicidad en las pequeñas cosas de nuestra vida, dejar de correr la zanahoria que nos venden, y por sobre todo, empezar a pensar y entender que hay gente que disfruta y se beneficia de nuestra infelicidad, sin miedo ni temor, acabando con el terror y disfrutando la libertad y las bellezas de nuestras fronteras, emancipándonos en las fronteras, rebelándonos a eso que nos quieren establecer para beneficiar a alguien más y no a nosotros.

Richar Enry Ferreira

https://valenciaplaza.com/habitar-frontera-charla-sobre-arte-margenes-subversion
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/215324/mucha-gente-gana-mucho-dinero-con-el-negocio-migratorio-interesa-la-tension